El material encadena diversos estados emocionales materializados en canción
Sin pretención y con coherencia, Otro Juan abraza en una obra discográfica ciclos que convergen entre la armonía y el caos.
La apertura del disco se da a través de un track instrumental y lisérgico que coloca al oyente en el contexto ideal para recibir el segundo corte, “Se Repite”. Esta canción se presentó en agosto como el primer adelanto con un videoclip de estética vintage. Ribetes vaporwave musicalizan a Juan pedaleando en su bicicleta por Buenos Aires.
El resto del material se arremolina en un humo psicodélico que por momentos invoca un ser híbrido entre Charly García y Tame Impala. Su autor juega con la despersonalización a través de diversos personajes, encadenados uno con otro, alojando en cada uno un sentimiento diferente. Atraviesan juntos un ciclo, por momentos conflictivo en donde se enfrentan miedos y contradicciones.
La finalidad del artista fue transportar al oyente en esta espiral hasta el destino final, más liviano al salir que cuando entró. Al culminar, la melodía va reemplazando oscuridad por serenidad. La experiencia hace que los protagonistas se encuentren en crisis hasta llegar a espacios seguros y así pueden ser conscientes de lo que les está pasando.
“Hay interminables ciclos convergiendo de un estado a otro y así sucesivamente; en su totalidad sería una especie de viaje emocional en el que cambia el contenido pero no la forma”, se sincera Otro Juan.
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